Un progreso asombroso en el albergue de animales de Brownsville

Two people drying a small puppy with a towel
Con la orientación de Best Friends, un albergue de Texas aumentó drásticamente el número de mascotas salvadas en seis meses, a pesar de un brote de moquillo en plena epidemia.
Por John Polis

Cuando una perra embarazada de color marrón chocolate llamada Ginger fue rescatada en mayo pasado de un sitio de construcción, sus posibilidades de ser adoptada parecían escasas (y ni hablar de sus cachorros que pronto nacerían). En los 12 meses anteriores, en el Brownsville Animal Regulation & Care Center (Texas), la tasa promedio de salvamento (o sea, el porcentaje de mascotas que salían vivas de un albergue), era solo del 23%.

Cuando el Dr. Antonio Caldwell se convirtió en el nuevo subdirector del albergue municipal en marzo, abordó el problema haciendo que fuera una prioridad conseguir que más perros y gatos tuvieran hogares felices. Pero también quería analizar a fondo los procesos y protocolos del albergue para asegurarse de que cumplieran con las normas más recientes.

Aunque el nuevo subdirector tenía años de experiencia en el gobierno de la ciudad, dirigir al personal de un albergue de mascotas era una experiencia nueva. Así que cuando Best Friends Animal Society, que había mantenido conversaciones con la ciudad durante aproximadamente un año, incorporó a Taylor Lefebvre en mayo como parte del programa nacional de integración de albergues de Best Friends, el momento era perfecto.

"Best Friends nos hizo una evaluación en 2022 que destacó algunas áreas críticas que en ese momento no teníamos la capacidad de comenzar a adaptar", dice Antonio. "Y luego, cuando Taylor llegó, aportó mucho conocimiento y experiencia, y ha sido un componente fundamental para la guía, la capacitación y el desarrollo de nuestro personal".

Taylor se encuentra en medio de una misión de un año de duración, trabajando codo a codo con el equipo directivo y el personal del albergue para implementar estrategias de eficacia comprobada para salvar más vidas. El programa nacional de integración de albergues, que se hizo posible en parte gracias a una subvención de Maddie's Fund®, es una de las formas en que Best Friends ayuda a los albergues a alcanzar la meta de erradicar la práctica de sacrificar mascotas para el 2025.

Trabajar en lo básico

Cuando Taylor llegó, los gatitos y los cachorros morían durante la noche en el albergue. Resultó que el problema era su comida. "Hicimos algunos cambios que incluyeron alimentar a las mascotas en base a la edad y también asegurarnos de que las madres lactantes recibieran suficiente alimentación para que pudieran producir suficiente leche para sus camadas", dice Taylor.

Otros cambios incluyeron obtener camas elevadas para todas las mascotas (se acabó dormir en el suelo), además de enriquecimiento como juguetes para masticar y Kongs para los perros y cajas de escondite para los gatos. "Estas fueron pequeñas soluciones, pero realmente marcaron una gran diferencia en la vida cotidiana de las mascotas” dice Taylor.

"Best Friends identificó áreas problemáticas que debían tratarse de inmediato", dice Antonio. "Era importante asegurarnos de que todos nuestras mascotas tuvieran una nutrición adecuada, vacunar a todas las mascotas que ingresaban al albergue y, por supuesto, asegurarnos de que teníamos el plan estratégico correcto ".

Moquillo: Manos a la obra

En junio, un brote repentino y extendido de moquillo puso a todos en alerta. Fue un reto inesperado que puso a prueba al personal del albergue, que ya estaba desbordado. "El brote nos hizo cambiar rápidamente y dedicar toda nuestra atención a desinfectar el albergue y asegurarnos de que todas las mascotas estuvieran vacunadas antes de ingresar al edificio", dice Taylor.

La veterinaria del albergue, la Dra. Logan McAllister, elogia al personal por detectar el brote a tiempo y estar dispuestos a dar un paso adelante y hacer el trabajo adicional necesario para controlar la situación.

"Todos se pusieron manos a la obra, incluyendo algunos voluntarios increíbles de otros departamentos de la ciudad", dice la doctora. "Debido a que tenemos un personal tan diligente y trabajador, pudimos manejar la situación en aproximadamente cuatro semanas y media, cuando normalmente nos hubiera tomado de seis a ocho semanas".

Llegar a la comunidad

Brownsville, ubicada a solo 10 millas de la frontera con México, tiene una población predominantemente hispana de poco menos de 190,000 habitantes; sin embargo, a pesar de estar en una gran área metropolitana, Taylor dice que el albergue sufre de falta de visibilidad. "Por lo general, la gente no conoce los servicios que se ofrecen. Y si pierden una mascota, generalmente no saben que pueden venir al albergue para preguntar por ella".

Con ese fin, Best Friends está haciendo correr la voz al público en general. "Estamos trabajando duro para ser más inclusivos y acogedores con los miembros de la comunidad", dice Mia Navedo-Williams, gerente senior de marketing multicultural de Best Friends. "Y es más que simplemente traducir información al español. Se trata de crear relaciones entablando amistad con los residentes y dueños de negocios e informándoles sobre los servicios que se brindan en el albergue".

Trabajar dentro de la norma cultural local también es un punto de énfasis, dice Taylor. "Aquí es común que la gente tenga un perro al aire libre. Por lo tanto, además de darles información sobre microchips y etiquetas de identificación de mascotas que compartimos con todos, también incluimos consejos sobre cómo cuidar mejor a un perro que está al aire libre, incluyendo proporcionarle alojamiento, comida y agua adecuados.

"También tratamos de hablar con las personas que entregan a sus mascotas y averiguar por qué las están entregando", dice Taylor. "Tratamos de alentarlos, antes de entregarlas, a que aprovechen los recursos de cuidado de mascotas que podrían ayudarlos a conservar a sus mascotas. O podríamos notar que una persona ha entregado cuatro camadas de gatos en los últimos dos años, así que hablamos con ellos sobre la posibilidad de esterilizar a la mamá gata, para que no continúe procreando".

Compromiso renovado con la adopción

Una de las primeras cosas que Antonio notó cuando se convirtió en subdirector fue que las horas de operación del albergue eran contraproducentes para una de las actividades más importantes del albergue para salvar vidas: la adopción. Anteriormente, el albergue estaba abierto solo tres horas al día durante la semana. El nuevo horario ampliado ahora es de 1 a 6 p.m. de lunes a jueves, 1 a 5 p.m. los viernes y de 11 a.m. a 5 p.m. los sábados.

Aumentar el uso de las redes sociales también está ayudando a hacer correr la voz. "Estamos tratando de hacer que sea más acogedor para las personas que vienen al albergue a buscar un nuevo mejor amigo", dice Taylor. "Y nos estamos acercando a Matamoros (ciudad hermana de Brownsville, justo al otro lado de la frontera). Ahora las personas de México que cruzan el puente para ir a trabajar todos los días saben que pueden adoptar con nosotros".

Cada vez se adoptan más mascotas, gracias a un formulario de adopción mucho más sencillo y abreviado. "Hemos eliminado cosas como pedir permiso por escrito a un propietario y necesitar una licencia de conducir en lugar de un simple documento de identidad. Ahora es un proceso mucho más fácil", dice Taylor.

Con la mirada puesta en el futuro

Antonio dice que el programa nacional de integración de albergues Best Friends, que ha ayudado a varias comunidades en todo el país, ha permitido que el Brownsville Animal Regulation and Care Center realice cambios positivos que han hecho posible salvar a más mascotas. "Ha sido tremendamente valioso tener a alguien como Taylor guiándome. Tenerla entre nosotros tuvo un tremendo impacto en el éxito que estamos viendo ahora".

Ese éxito: un aumento en la tasa de salvamento de Brownsville del 33% en abril al 75% en septiembre, augura un camino mucho más brillante para salvar aún más vidas en los próximos meses.

Antonio dice que ya está proyectando lo que se hará en seis meses, cuando concluya el desempeño activo de Taylor en el albergue. "Ya estamos tratando de identificar a la 'nueva Taylor' porque queremos que esa persona esté en su puesto y trabaje codo a codo con Taylor y realmente esté preparada y lista para cuando ocurra el pase de mando.

¿Y qué pasó con Ginger y sus cachorros?

Después de su rescate, Ginger se quedó en una de las oficinas del albergue para poder tener un espacio tranquilo y estar cómoda hasta que llegara el momento de dar a luz a sus cachorros. Un día, justo antes de un fin de semana largo, Antonio pasó a saludar a Ginger.

"Estaba grande como una casa, y tenía esos ojos que te derriten el corazón", recuerda. "Así que llamé a mi esposa y le dije que una señorita llamada Ginger vendría a casa conmigo. Ella estuvo 100% de acuerdo".

Dos días después, mientras llovía a cántaros afuera, Ginger dio a luz a 12 cachorros. "Desafortunadamente, perdimos a cuatro de ellos por problemas congénitos", dice Antonio, "pero los otros ocho eran fuertes y todos han sido adoptados en hogares".

Ginger no fue adoptada en un nuevo hogar, pero hay una buena razón. Sus ojos ya habían hecho su magia. Ella ya estaba en casa y el subdirector, que sigue enamorado de ella, dijo: "Es un ángel, mi nueva hija favorita".